- Willy: Pero Charlie, no olvides lo que le ocurrió al hombre que, de pronto, consiguió cuanto había deseado.
- Charlie: ¿Qué le ocurrió?
- Willy: Que vivió feliz eternamente.
("Willy Wonka y la fábrica de chocolate")
Yo siempre deseé ser una de esas mamás norteamericanas (jóvenes y guapas), recién salidas de la pelu (ni un solo cabello fuera de su sitio), con un delantal de flores (impoluto y lleno de volantes), unos pechos erguidos (tipo cruzado mágico, nada de wonderbra) y con un sinfin de recetas maravillosas entre las que se incluía una tarta deliciosa de tu gusto preferido... Ah, y con una casa de dos plantas, ordenada y limpia como los chorros del oro.
Lo he conseguido (con matices, claro). Soy una mamá (española), con el pelo corto (para no perder tiempo por las mañanas), con un delantal (con plástico en la parte interior), con un sujetador que no oprime nada (lo cual es un alivio), y con muchas recetas (que en el microondas salen de cine). Ah, y con un piso (de una planta; o sea, un piso piso, nada de adosado), lleno de cachivaches (totalmente desordenados) y limpio (una vez a la semana). Así que seré eternamente feliz. Mejor dicho: soy eternamente feliz.
Besos de los que duran una eternidad.