"Mi padre siempre decía que la vida era muy sencilla, que bastaba con desear con mucha fuerza algo o a alguien para obtenerlo. El fracaso no era más que la prueba de que el deseo no había sido lo suficiente intenso."
(El marido de la peluquera en "El marido de la peluquera")
Entonces... te vemos en Nueva York.
Besos Manhattan.